Ford Focus Sportbreak 1.5 Ecoboost 182 CV ST-Line. El líder de la manada

Siempre, el Focus de Ford ha tenido gran valoración dentro de su segmento de los compactos. Ahora, llega su cuarta generación y los rivales andan alborotados. Probamos su versión con gasolina, que es la de mayor potencia de su gama, asociado con la carrocería Sportbreak tipo familiar y el acabado ST-Line de aires deportivos.

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A veces escuchamos decir que al tercer intento es que se vence, pero, en el caso del Ford Focus, ha sido el cuarto intento. Y aquí te decimos el por qué.

» Internamente, en la fila trasera, se incremente su ancho en unos 60 milímetros. Y el espacio para colocar las piernas también aumenta unos 8 centímetros. Son medidas muy superiores a las generaciones anteriores. Hasta la plaza central se ve mejorada, pues, ahora el túnel central es muy escaso. «

Ford Focus Sportbreak 1.5 Ecoboost 182 CV ST-Line. Un poco de historia

El primer Focus vió la luz en el año 1998, y puso fin al Escort, el modelo de la época. Significando, desde todos los ángulos posible, un enorme salto. Luego en el 2004 y después en el 2011, llegaron las actualizaciones del Focus, con cambios profundos y así poder seguir en magnífica forma entre los primeros de su segmento. Y vale destacar, que es un grupo que no deja pasar errores. Ahora llega la cuarta generación del Focus. Y entre todas, contando desde sus incios, es esta última es la que más nos llama la atención.

Pero, nada es casual. El nuevo Ford Focus se encuentra fabricado sobre una novedosa plataforma que incluye tecnología y dinámicas mejoradas. Convirtiéndolo, indudablemente, en el líder de la manada.

Solo el nombre

De las generaciones anteriores, el nuevo Focus solo ha conservado su nombre. En él absolutamente todo es nuevo, y para esto, su nueva plataforma C2 es la razón de todos esto. El nuevo Ford Focus se muestra como un conjunto con mayor rigidez torsional, además, se estiró 53 milímetros en la distancia entres sus ejes. Así que, ahora, presenta mayor holgura en la habitabilidad.

Y es una comodidad impresionante, sobre todo en la versión probada, el modelo Ford Focus Sportbreak 1.5 Ecoboost 182 CV ST-Line. Internamente, en la fila trasera, se incremente su ancho en unos 60 milímetros. Y el espacio para colocar las piernas también aumenta unos 8 centímetros. Son medidas muy superiores a las generaciones anteriores. Hasta la plaza central se ve mejorada, pues, ahora el túnel central es muy escaso.

Habitáculo renovado

El habitáculo ha sufrido una revolución. Se muestra un remate bastante esmerado, indudablemente de enorme calidad. El manejo de las funciones también cambió enormemente, siendo ahora de un mayor comportamiento intuitivo. Y para esto hereda del último Fiesta, su pantalla tipo táctil en el salpicadero, con una acertadísima posición. Especial para no perder la visión de la calzada mientras la manipulamos. Por otro lado, el cuadro de mandos es complementado con el Head-up Display retráctil, siendo así, el primer coche Ford, dentro del mercado europeo, con su inclusión.

Otro de sus atractivos reside en la zaga. Como sabemos, al coche familiar se le exige modularidad y gran volumen, y en esto no vemos problema. Posee un portón con mayor amplitud, pudiendo motorizarlo e incorporarle la función de manos libres al invertir, de manera opcional, 500 euros. Si lo abrimos, vamos a tener casi una cueva con una capacidad de 608 litros, un doble fondo, el piso con compartimentos y 115 centímetro de distancia entre pasos de rueda. La capacidad puede incrementarse a 1.653 litros al abatir los respaldos de los asientos traseros, así, la superficie se vuelve plana. Una opción que nos facilita introducir objetos de gran volumen.