El coche Polo 1.0 TSI DSG Sport, con una potencia de 95 CV, se encuentra en el medio de sus hermanos, unos mayores con 115 y 200 CV y otros menores con 80 y 65 CV. Y es un vehículo realmente equilibrado. Está asociado con el cambio DSG, convirtiéndose en más que ideal para el tránsito cotidiano por la ciudad y zonas aledañas.
El Volkswagen Polo muestra en su última generación, un estilo de Mini Golf, tanto por su calidad como por su precisión. Es un modelo equilibrado por donde se le mire, por lo que se ha convertido en referencia obligada dentro de su segmento. Y con mucha razón, pues, su calidad en remates es sumamente superior al promedio en su grupo. Además, presume del tacto de un coche de grandes dimensiones, de motores eficientes y solventes, y de un avanzado equipamiento.
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«Cuando hablamos del espacio y la calidad de nuestro Polo, estamos hablando de niveles superiores a los del promedio. Alto nivel que también detectamos en el equipamiento…»
Volkswagen Polo 1.0 TSI DSG 95 CV Sport. Hablando del motor
El motor de nuestro personaje principal es muy eficiente y solvente. Se trata del famoso bloque tricilíndrico de 1.0 que presume de sus 95 caballos de potencia gracias a la inclusión del turbo e inyección directa.
Este excelente motor se asocia a un cambio automático con doble embrague de 7 velocidades. Y pues, es una simbiosis perfecta, nos brinda un extra en el confort que no necesitamos nada más.
Que no te engañen los 95 CV
Muchos pueden pensar que sus 95 caballos son escasos para nuestro Polo que ronda fácilmente por un peso de 1.180 kilos. Pero es un gran error. Claro, no es un tiro, pero, arroja números muy brillantes tanto en la urbe, sus alrededores y en plena carretera.
Al activar el modo de conducción Sport y jugar con las 7 velocidades de forma secuencial, podemos obtener cifras excelentes para hacer el adelanto.
Con su caballería es complicado colocar en apuros al chasis excelente que posee. Sobre todo en el caso de nosotros, que estamos probando el Polo en su acabado Sport. Donde, facturando 155 extra podemos incluir el tren de rodaje con estilo deportivo, una suspensión de mayor firmeza y la carrocería 15 milímetros más abajo. Al marchar sobre un firme irregular puede perderse un poco de su confort, pero disfrutaremos de mayor solidez y estabilidad en la dinámica al limitarse el balanceo en la carrocería. Pero, si deseamos salir en curva con mayor eficacia, se recomienda la opción del diferencial electrónico XDS.
Por otro lado, tenemos que la dirección de nuestro Polo no es muy directa, pero si es comunicativa y precisa. Además, los frenos arrojan distancias muy aceptables. Y su cambio DSG7 es muy ideal para el conjunto.
Claro, nada es perfecto, y notamos una falta de progresividad al realizar las maniobras para aparcar. Agravándose este aspecto al estar en pendiente. Pero, podemos tomarlo como un pequeñito detalle que no mancha a nuestro Polo, sobre todo cuando su consumo es muy comedido. Aunque, si nos apuramos el consumo se dispara, logrando superar los 9 litros.
Espacio y equipamiento
Cuando hablamos del espacio y la calidad de nuestro Polo, estamos hablando de niveles superiores a los del promedio. Alto nivel que también detectamos en el equipamiento, donde se destaca, por ejemplo, las 8 pulgadas de pantalla táctil con maravillosa resolución. También se destacan los sistemas de ayuda para la conducción que trae de serie, poniendo de ejemplo el sistema Front Assist que incluye el frenado de emergencia.
El Volkswagen Polo 1.0 TSI DSG 95 CV Sport es una versión recomendada para moverse diariamente por la ciudad y sus zonas aledañas. Por supuesto, sin dejar a un lado su comportamiento solvente al marchar en carreteras. Realmente es un coche muy equilibrado.