La comodidad no es su fuerte, sino su sentido deportivo. Su valor alto, concuerda con su sentido de velocidad. Estamos hablando del 4C de la casa italiana Alfa Romeo.
Alfa Romeo 4C. Adrenalina por Confort.
La idea estampada en este coche no era de confort, ni comodidad. Los ingenieros y diseñadores de la marca no querían impregnar al coupé de sensaciones que estuvieran fuera del margen de la adrenalina, por eso el 4C trae una personalidad que ligada a su coste lo vuelve apto para pocos.
Con sólo dos plazas, el modelo viene a representar lo mejor del estilo deportivo de manera clásica y original, libre de querer gustar a muchos pero con la seguridad de que quien realmente ame los deportivos va a desear estar sentado frente al volante de esta enérgica máquina. Siempre es importante tener a la mano un duplicado de las llaves del coches y en Cerrajeros Barcelona pueden ayudarte.
En dimensiones el 4C no deja de expresar lo que transmite su esencia. No llega a los cuatro metros de longitud, y de altura apenas alcanza los 1,18 metros. Al estar al volante, se percibe un aire de competencia. Su acabado interno no deja de lado la necesidad de transmitir ganas de acelerar.
Fibra de carbono por todas partes.
La fibra de carbono es el principal material de construcción de todo el interior al igual que su chasis. De esto se deriva su ligerísimo peso que sólo llega a 895 kilos. Esto redunda es múltiples ventajas técnicas y para su comportamiento a velocidad y su respuesta.
Algo similar al Ferrari, carece de la palanca de cambios. Sólo trae una botonera para cuando necesitemos colocar marcha atrás, o seleccionar el funcionamiento de la TCT de doble embrague. La caja es de seis posiciones y están disponibles las dos versiones, la manual y la de cambios automáticos. Para la primera opción tendremos disponibles las levas al volante para realizar los cambios de velocidad.
La dirección carece de sistema asistido, lo que genera la necesidad de forzadas maniobras cuando el coche esta detenido e incluso en curvas cerradas a poca velocidad.
La suspensión no admite andar tranquilo. Al pararse junto al coche para subirse a él, comienza la tensión de las ganas de ver pasar el pavimento a alta velocidad. Por lo tanto el tarado se encuentra diseñado sólo para conducciones muy dinámicas, por no decir de competición. Cualquier irregularidad del asfalto se sentirá completamente pero al mismo tiempo el balanceo de las curvas es nulo. Definitivamente la estabilidad se maximiza en el 4C para correr sin riesgos.
Corre mucho y gasta poco.
El motor de cuatro cilindros con turbo alimentación, ubicado detrás del asiento, y con una potencia de 241 caballos, empujan con fuerza.
Con su espíritu impregna y no deja relajarse. Y es que para manejar de principio a fin del trayecto a alta velocidad, es preferible estar siempre alerta con la vía y eso lo logra el 4C con el rumor general que produce.
Desde el reposo desarrolla los 100 km/h en 4,7 segundos. Y sorprendentemente, con esta marca, el consumo medio alcanza apenas los 7,9 litros/100 km.