El Quadrifoglio se trata de la versión más enérgica del Alfa Romeo Stelvio. Realmente, no hemos probado un coche SUV con tal dinamismo, tanta agilidad y tan alto despliegue de prestaciones, incluso llevándonos al vértigo. Entre su equipamiento se encuentra una potencia de 510 CV y la tracción total. No nos queda la menor duda, que el Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio se ve como un coche SUV pero su alma y corazón son deportivos.
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En la primera parte del reporte vimos como nuestro Stelvio Quadrifoglio se encuentra diseñado y creado por una complicada fórmula. Es una ecuación que logra relacionar una longitud de 4,70metros, un peso de casi 2 tonelada y 20 centímetros que lo separan del suelo, con unas marcas y agilidad increíbles. Pudiendo decir que este es su gran secreto para el éxito, ser un deportivo en su fondo, pero en su forma se presenta con carrocería de un coche SUV. Sigamos indagando más sobre las excelentes características de nuestro Stelvio Quadrifoglio.
«Al colocar el Stelvio Quadrifoglio en la carretera, disfrutamos plenamente las curvas, y allí es donde el milagro se crea. Sinceramente, no es común toparnos con un coche que reúna todas estas características.»
Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio. Diversas personalidades
Nuestro Stelvio Quadrifoglio presentará diversas personalidad según la selección que realicemos de sus modos de conducción a través del asistente Alfa DNA Pro. Son 4 los programas que nos brinda: el Race, el eficiente, dinámico y el normal.
Al seleccionar el modo eficiente tendremos soluciones que cuidarán nuestras finanzas. Tales como navegar a vela y la desconexión de manera automática que realiza de 3 cilindros, así podremos desplazarnos tranquilamente manteniendo un razonable consumo de 9,1 l/100 Km.
Durante nuestra prueba al Stelvio Quadrifoglio hemos registrado un gasto promedio de 11,7 l/100 Km. Realmente una cantidad semejante a la homologada (WLTP) por Alfa Romeo de 11,5 litros. Y totalmente distanciada de la expresada mediante el ciclo NEDC.
También se encuentra el programa Normal, que viene siendo el de mayor equilibrio. Por otro lado, el modo deportivo incrementa súbitamente el régimen de su motor. El acelerador logra responder con mayor inmediatez, y de igual forma le sucede al cambio, mientras el tarado de su suspensión se pone más dura.
Por carretera
Al colocar el Stelvio Quadrifoglio en la carretera, disfrutamos plenamente las curvas, y allí es donde el milagro se crea. Sinceramente, no es común toparnos con un coche que reúna todas estas características y que tenga tan excelente y neutro comportamiento. Que posea un control casi total sobre sus inercias y que la carrocería apenas se balancee. Parece que estamos sentados en un coche turismo, y no en un crossover.
Su dirección es muy, muy directa, presentando 2,2 vueltas en el volante, así que es aconsejable que primero nos acostumbremos antes de emprender vuelo. Pero, después que nos familiarizamos con su dirección, se vuelve un gozo total, pues, al girar no conseguiremos vacíos.
