Entre los compactos, el Ford Focus siempre ha estado en muy buena posición. Y más ahora que llega su cuarta generación… motivo por el cual los rivales andan alborotados. La unidad que hemos probado es su versión con gasolina, la de mayor potencia de su gama, unido a la carrocería Sportbreak tipo familiar. Además, presenta el acabado ST-Line, un estilo deportivo.
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En la primera parte del reporte hicimos un recorrido desde sus inicios en el año 1998 hasta su actual generación, la cuarta. Además, describimos el gran espacio interno que nos brinda. Vimos, como ahora, el Ford Focus se encuentra fabricado sobre una novedosa plataforma, significando más dinamismo y mayor tecnología. Sin duda alguna, es el líder de la manada
«… pudimos registrar 8,2 segundos para pasar de 0 a los 100 Km/h. (…) necesitamos 6,3 segundos para acelerar desde los 70 Km/h hasta los 110 Km/h bajo la cuarta velocidad, traduciéndose en una distancia necesaria para la maniobra de 157 metros. Realmente, son cifras muy atractivas, más al tener en cuenta que la unidad que llevamos rebasa los 1.400 kilos en su peso. «
Ford Focus Sportbreak 1.5 Ecoboost 182 CV ST-Line. Hablando del motor
Uno de los elementos que nos llama poderosamente la atención en nuestro Focus, es su propulsor 1.5 EcoBoost con su gran empuje y dinámica. La versión de mayor potencia logra distribuir 182 CV, con la personalidad del tricilíndrico, pero alma del GTI. Y en efecto, posee tres cilindros, y a veces hasta de dos, pues, en ocasiones se da el lujo de poder desconectar un cilindro para disminuir su consumo.
En primer lugar, podemos decir que seria necesario un oído extrafino para concluir sobre su estructura impar. Y al exigirle, los decibelios y el rendimiento son realmente deportivos. Y es muy sorprendente, porque el par máximo no posee un valor por los cielos, es de 24,5 mkg. Al apurarnos en parta alta, nos brinda margen, cortando la inyección en las 6.500 vueltas. Toda esta gestión recae en la caja manual de 6 velocidades, con un tacto preciso y muy agradable. En la versión probada no existe, hasta los momentos, la opción de gozar de la transmisión automática con 8 velocidades.
Atractivas prestaciones
Nuestro Focus ha llenado las expectativas en cuanto sus prestaciones, al momento de acelerar o al ejecutar algún adelantamiento. En la prueba realizada pudimos registrar 8,2 segundos para pasar de 0 a los 100 Km/h. Cuando nos encontramos en acción, necesitamos 6,3 segundos para acelerar desde los 70 Km/h hasta los 110 Km/h bajo la cuarta velocidad, traduciéndose en una distancia necesaria para la maniobra de 157 metros. Realmente, son cifras muy atractivas, más al tener en cuenta que la unidad que llevamos rebasa los 1.400 kilos en su peso.
En materia de consumo
En la materia del consumo, podemos decir que en nuestro Focus todo depende del tipo de conducción que llevemos. Si la marcha la llevamos calmadamente, el consumo será bajo. Pero si apretamos la conducción, el consumo se dispara. A decir verdad, es un comportamiento habitual de los motores con cilindraje modesto.
Al conducir en carreteras, el consumo promedio puede ser de 5,3 litros. Lo que significaría 2 litros menos en el consumo al marchar por autopista a la velocidad de 120 km/h. Y si conseguimos algún tramo bastante sinuoso, y nos apetece jugar, el gasto llega y sobrepasa la cantidad de 11 litros.
El chasis requiere una especial mención
Nuestro Focus ostenta el acabado St-Line, donde la altura en el conjunto se rebaja unos 10 milímetros, montando amortiguadores, barras estabilizadoras de mayor consistencia y muelles. Pero, la cuestión promete aún más, pues, a todo esto, se le une la geometría multilink, que viene de serie en el acabado Sportbreak. De sus programas de conducción (Normal, Eco y Sport), seleccionamos el Sport, logrando así, un espectacular resultado, una dirección y un acelerador de mayor rapidez al responder.