Durante un largo tiempo, Tesla reinó dentro del grupo de los coches eléctricos premium. Claro, las contundentes respuestas por parte de las marcas clásicas de lujo eran de esperarse. Y la empresa inglesa Jaguar decide lanzar su primer misil. Se trata del I-Pace, su primer coche eléctrico, con prestaciones sorprendentes y nos ofrece un deportivo tacto en su conducción.
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A pesar de sus grandes y hasta increíbles características, este eléctrico presenta algunos puntos que realmente nos han defraudado. Por ejemplo, presenta un excesivo consumo, además, su calidad se distancia bastante de lo acostumbrado por Jaguar.
Ya en el primer reporte te informamos de las increíbles prestaciones que nos ofrece el I-Pace. Además, describimos su excelente comportamiento mecánico. Descubramos más sobre su comportamiento en el recorrido mixto de autovías, carreteras y ciudad.
» En el habitual recorrido mixto durante la prueba al I-Pace se ha obtenido un gasto promedio de 31,4 kWh/100 Km. Si sacamos la cuenta con el coste de la electricidad doméstica no es mucho, pues sería un equivalente a unos 5,66 euros/100 Km. Pero la tendencia en los coches rivales de la gama es de un gasto muy inferior.»
Jaguar I-Pace EV400 AWD. Ventajas y desventajas
Al colocar el I-pace sobre una carretera con curvas, descubrimos que este coche parece no poseer límites. Es que al pasar por una curva, es realmente muy rápido, tanto que pudiera parecer fuera de razón. En este aspecto nos llega a la memoria el coche Tesla Model S 100D.
Posee una muy buena potencia en la frenada, gracias a los 4 discos ventilados con diámetro grande. Aunque al desacelera al límite, el conjunto del peso y los neumáticos M+S (incluidos) no producen una buena asociación y alargan la frenada. Por lo que necesita 62,3 metros hasta lograr detenerse desde los 120 Km/h. Ciertamente nos parece demasiada la medida.
Pensamos que es bueno que el dinamismo se atesore en un coche, pero un eléctrico también debe ofrecer gran eficiencia. Así es que, en este punto es donde se inicia nuestra decepción. Es que realmente esperábamos que un coche equipado con la batería de 90 kWh, un anunció en la autonomía de 470 kilómetros (WLTP), y el consumo promedio de 21,2 kWh/100 Km, nos pudiera ofrecer mayor eficiencia que la mostrada.
Marcas en el recorrido
En el habitual recorrido mixto durante la prueba al I-Pace se ha obtenido un gasto promedio de 31,4 kWh/100 Km. Si sacamos la cuenta con el coste de la electricidad doméstica no es mucho, pues sería un equivalente a unos 5,66 euros/100 Km. Pero la tendencia en los coches rivales de la gama es de un gasto muy inferior. Por ejemplo, el Tesla Model S 100D tiene un consumo de apenas 23,8 kWh/100 Km, mientras que el Hyundai Kona Electric 64 Kwh presenta un gasto solo de 19,9 kWh/100 Km.
El resultado de esta prueba nos contrario en gran medida, por lo que decidimos repetir el test configurando la selección del nivel bajo de la frenada regenerativa y el resultado prácticamente fue el mismo, 30,9 kWh/100 Km. De paso, en la pantalla se torna difícil encontrar la función para cambiar estos niveles, además, que sería mejor si existiesen otros niveles. Es que, el nivel Alto produce una muy alta retención, mientras que el nivel bajo retiene muy poco.
¿Ritmo bajo con 400 CV?
Probamos entonces con una conducción muy cuidadosa, marchando casi al ritmo de un camión. De esta manera logramos que el I-Pace mantuviera un gasto promedio de 25 kWh/100 Km. Pero ¿Realmente querríamos un coche con una potencia de 400 CV para mantener ese tipo de ritmo y conducción? Nosotros no. De paso, con tan alto consumo real, la autonomía se ve resentida. Así que, de 470 Kilometros de autonomía pasamos a unos optimistas 300 kilómetros. Porque, realmente pudiéramos contar entres unos 260 a 280 Kilómetros entre recarga y recarga.
¡Ah! Y otra cosa a anotar es necesitaremos por lo menos un wallbox para 7 kW. Porque si utilizamos los tomacorrientes domésticos la energía se recuperará a una velocidad de 11 Km/h.