Audi R8 V10 Plus. Más que un deportivo.

Soló Audi ha podido superarse a si mismo con su nueva creación. Fabricado artesanalmente en las instalaciones de Audi Böllinger Höfe, llegó al mundo el R8, confeccionado con materiales de última generación que le proporciona un desempeño de carreras. Alcanza sin problemas los 330 km/h. Dotado con un nada modesto motor V10, el sistema más moderno para el control de cada elemento del chasis, tracción quattro y cambio S tronic, podrías pasar de la ciudad a la pista sin que necesites cambiar de auto.

Audi R8 V10 Plus. ADN de carreras.

Mientras sumaba 6 victorias en las 24 Horas de Le Mans, salía a la luz el R8, con 27.000 ejemplares. Este deportivo, ensamblado a mano por 492 operadores, con tecnología de punta, desata las emociones de sus propietarios al tener características de competición. Este modelo se desarrollo en paralelo al R8 LMS de carreras, lo que imprime la genética de carreras en el espectacular R8.

A pesar de que Audi en su diseño intenta no hacer cambios profundos, logra aumentar su poder de atracción en gran medida.

Su interior

En su interior, con la calidad del A8, pero con espacio reducido a dos personas, vemos que desaparece la llave y los mandos interiores del Audi TT. El portaequipaje es tan reducido como el tiempo que tardarás en llegar a tu destino.

El encendido consta de un botón rojo ubicado en el volante, con el cual se pone en marcha una máquina de 5.2 V10 atmosférico, ensamblada en Hungría en la fábrica de Györ. Sólo un cristal cubre el corazón de este espectáculo.

En el tablero nos indica que a 6.500 rpm aún está fría su máquina, y nos indica la temperatura del motor, caja, y hasta de cada neumático.

Su altura alcanza apenas los 1,24 metros. Pero lo sorprendente es la facilidad con la que puede conducirse una máquina tan robusta y la ausencia de ruido en su interior a pesar de tener el motor detrás de nuestros oídos. Al conducir en la ciudad no es muy agradable por su poca separación del pavimento, ya que cualquier mínima irregularidad del asfalto puede generar rebotes por su suspensión Magnetic Ride aunque fueran inapreciables en un A4.

El Audi Virtual Cockpit, consta de una pantalla TFT de 12,3 pulgadas, se puede controlar desde el volante y con el MMI para configurarlo al gusto del conductor.

Se ajusta a todas las formas de conducción.

Andando a velocidades calmadas se asemeja mucho al TT, no se perciben los 610 CV, sólo se siente el confort al máximo, pero con sólo rozar el acelerador se despierta el espíritu de carreras del coche y pide entrar al circuito.

Los modos de funcionamiento del coche se pueden cambiar con otro botón en el volante. Seleccionar Confort, Dynamic, Auto o Individual, es una de las tareas a realizar para que nuestro R8 regule la dureza de la suspensión y la dirección, el sistema quattro, la caja de cambios S tronic y la potencia del sonido de los escapes, y así se ajusta a nuestros requerimientos en el momento. Al utilizar el modo Confort, se desactiva la inyección en cinco cilindros, de lo contrario se necesitaría sólo un 10 por ciento de la potencia de la máquina para mantener un andar promedio.

Para sacar el máximo potencial del Audi R8 V10 sólo hay que entrar a un circuito, allí es donde puede volar sin problemas. Su chasis es un reflejo de lo que promulga Audi sobre ir a la vanguardia de la técnica, ya que posee una combinación perfecta entre aluminio y polímeros reforzado con fibra de carbono.

Otro botón del volante nos permite optar por el modo Performance con las modalidades para asfalto seco, húmedo o nieve. Y al activar el Launch Control las revoluciones no bajan de las 4.400 rpm.

Si el asfalto está húmedo apenas disminuye una décima parte el registro desarrollando los 100 km/h. No hay pérdidas de tracción.

El más rápido.

Acelerando hasta los 8.700 rpm llega a 78 km/h en primera, 118 km/h en segunda, 163 km/h en tercera y así llega fácilmente a los 330 km/h lo que lo vuelve el Audi más veloz de todos los tiempos, marcando en el tablero 1G positivo de aceleración.

Sólo con el Audi R8 podemos pasar de 0 a 180 km/h en tan sólo 8,1 segundos. ¡Es algo increíble pero cierto!

No teme a las curvas, las transita a toda velocidad sin presentar nada de balanceo. La dirección está mejorada al extremo, con sólo 2,1 vueltas se puede girar de tope a tope el volante. Los discos carbocerámicos le brindan una frenada ejemplar.

El R8 refleja lo mejor de Audi, y así lo puede sentir quien lo maneja. Su precio se encuentra muy bien relacionado con todo lo maravilloso que es.