Han sido muchos los cambios que han tenido los coches en las últimas décadas. El Mini Countryman y el 500X de la Fiat, a pesar de mantener algo de su imagen, no escapan de los cambios para adaptarse a los requerimientos de los usuarios modernos.
Mini Countryman Vs Fiat 500X. Los años no pasan en vano.
El Mini, traído al mundo en 1959, ha crecido en todos los aspectos. Con 1,04 metros más de longitud y 28 milímetros más de altura, nos entrega hasta 184 CV más de potencia. Y es que los años no pasan en vano. El 500X, 2 años mayor, creció 1,28 metros en longitud y aumentó su altura 28 milímetros. En potencia como era de esperarse también creció. Desde los 13 caballos que entregaba en su infancia ha avanzado hasta 140 CV en su versión de más empuje.
El segmento de los mini SUV ha aumentado el interés de los conductores en los últimos años y hay que destacar que los ejemplares objeto de estas líneas poseen su propio nicho en el mercado debido a sus estilos particulares.
Las versiones preferidas de estos modelos son movidas a diésel y de tracción delantera y para disfrutar de tracción total, es necesario pagar 1.950 euros por el Countryman o 2.405 euros por el 500X de la Fiat.
El Fiat 500X posee mayor altura al suelo sin afectar su dinamismo, mejorando por el contrario la comodidad para el acceso y trae un selector de tres modos para el estilo de conducción. Adiciona también un sistema de control de tracción. Esto le permite adaptarse mejor al firme cuando éste es deslizante y mejora la respuesta.
El interior
En cuanto al interior, el 500X supera al Mini en organización y en lo moderno, pero a los que prefieren un estilo más clásico del coche le parecerá mucho mejor el Mini Countryman.
El Mini tiene un mejor acabado, sin embargo todo el equipamiento del 500X hace que se aleje de su competidor. Se diferencia en su sistema de freno eléctrico de aparcamiento, su pantalla táctil, numerosos portaobjetos, elevavidrios eléctricos en las cuatro puertas, asideros plegables y amortiguados en el techo, y muchos más detalles.
En cuanto a espacio vemos como el 500X es superado por el Mini, con sus cinco centímetros más de comodidad para las piernas de los ocupantes traseros. Su asiento posterior puede también desplazarse para aumentar la capacidad del maletero que en condiciones normales comparten el mismo valor de 350 litros.
Sus motores y funcionamiento.
El Countryman, con un motor 1.6 Turbodiésel de cuatro cilindros y 112 CV es económico y amable y acelera mejor que el Fiat de 8 caballos más, aunque en el momento de recuperar queda un poco atrás.
El fiat pasee una dotación de 1.6 Multijet II de cuatro cilindros y 120 Caballos. El par es mayor que en su contrincante y la respuesta a bajas revoluciones es excelente. Al pisar el acelerador responde en seguida sin tener que bajar la marcha. En el Mini ocurre algo distinto. Al intentar recuperar toma más tiempo si no se quiere bajar la marcha aunque lo más recomendable es disminuir una posición para sentir la respuesta del coche.
Otro aspecto a considerar es la transferencia del ruido del motor al habitáculo, el cual es notablemente mayor en el Mini.
Recorriendo los 100 km de referencia para medir el consumo, notamos que los dos modelos utilizan la misma media de 5 litros de combustible.
En cuanto a los aspectos negativos, encontramos una suspensión seca en el Fiat que se vuelve un poco incomoda en ocasiones, sin embargo esto también la adjudica un beneficio de estabilidad para conducciones dinámicas. En el Mini, su dirección eléctrica transmite poco al volante y el sistema de cambios es notablemente rígido lo que vuelve incómodo y forzoso aplicar la marcha atrás.
A pesar de todos los inconvenientes, existe la buena noticia de que el Fiat con su «Drive Mood Selector», permite ajustar la dirección al estilo exigido por el conductor. El Countryman es más cómodo en cuanto a la suspensión de serie, y para estilo deportivo puede equiparse con algunas opciones que cuestan al rededor de 200 euros, pero que pueden elevar mucho se eficacia.