Pues si, Alfa Romeo, la casa del biscione llega nuevamente estrenándose dentro de los coches SUV. Y su modelo estrella es el Stelvio 2.2 Diésel. Pero no es un coche típico. Es un crossover con la sangre palpitante de un deportivo. Realmente es un vehículo que te enamorará.
En la actualidad, las masas prefieren y demandan un crossover, SUV, todocamino o como quieras denominar a estos coches. Así que las firmas automotrices no están actualizadas si no le ofrecen algún modelo de SUV a sus clientes. Entonces marcas inesperadas nos asombran con la incursión en este segmento, y han batido récords de venta.
Recuerda siempre tener a la mano un Duplicado de llaves de coche. Te evitará dolores de cabeza.
Alfa Romeo Stelvio 2.2 Diésel. Rompiendo el molde
Así fue como Alfa Romeo se decide y crea a Stelvio, un crossover nada común. Es que se encuentra especialmente diseñado para los que piensan que nunca voltearían por un SUV. Un coche en el que se disfruta la conducción al máximo. Es que el nombre de nuestro protagonista no fue puesto por casualidad. El Passo dello Stelvio tiene 2.757 metros s.n.m. erigiéndose como el puerto montaña de mayor elevación de Italia. Así que se nota a distancia la meta que se ha trazado la firma Alfa Romeo con este coche.
Diseño exclusivo
El eje central del diseño de nuestro Stelvio, sin duda alguna, es el placer en la conducción. Y realmente logra transmitirnos su confort. Se siente el sello Alfa Romeo.
Es que la casas del biscione no se ha limitado en la tecnología del Stelvio. Le ha hasta implementado un fabuloso chasis de aluminio. Chasis que comparte con Giulia, la berlina. Y este material también es utilizado en las suspensiones Alfalink, en algunas secciones de la carrocería, y hasta en el motor diésel. Teniendo que anunciar que este motor es íntegramente realizado en dicho material, siendo el primero en su estilo en la firma italiana.
Al diseño exclusivo del Stelvio, se le añade el árbol de transmisión en carbono, una extraordinaria y casi perfecta distribución de pesos entre los ejes, y el sistema Q4 de tracción total. Y sólo por mencionar algunos.
En marcha
Aunque cuando arrancamos es que empieza lo mejor. Es realmente muy agradable porque el propulsor no produce vibraciones y no lo sentimos en el interior del coche. A esto lo ayuda la insonorización que posees.
También nos encontramos con la transmisión automática de ocho relaciones con la que se desarrolla de forma agigantada el confort que sentimos durante nuestro viaje en la ciudad.
Por supuesto, en la urbe hay que estar pendientes, ya que nuestro protagonista es realmente corpulento. Aunque ayuda a que el puesto para la conducción es bastante elevado, y nada se escapa de nuestra mirada.
Siguiendo en nuestra marcha, aprovechamos el tiempo que nos dan los semáforos para ambientarnos con el interior de nuestro Stelvio. Y les contamos que goza de una ergonomía tal como hecho en Alemania, y se observa en grandes detalles. Por ejemplo, el Rotary Pad central parece sacado de un coche premium. Claro siempre se puede mejorar. Y el diseño lo haría con la incorporación de botones para el acceso directo al menú, y el equipamiento de 8,8 pulgadas de pantalla táctil.