El pequeño Audi A1 Sportback, está dotado de un motor 1.0 TFSI. Aunado a esto nos encontramos con una fuerza de 95 caballos y cambio de S Tronic de 7 velocidades. Sin duda alguna, nuestro A1 presenta una categoría “Premium”, que incluye un acabado “Adrenaline2”.
Estemos claro, que a muchos nos gustaba el 1.2 TFSI de 86 caballos, que dotaba a la gama A1 de gasolina. El mismo que en el 2015, Audi anunció su relevo por el 1.0 TFSI tricilíndrico. Este relevo no fue de mi agrado, aún cuando en el proceso se llegaría hasta los 95 CV.
¿Y por qué no entusiasmó tanto? Es que el llevar un coche de un motor de cuatro cilindros a uno de tres, aunque sea excelente, siempre implica menos suavidad y equilibrio en su funcionamiento. Y pues, si hablamos de una versión premium, debe hablarse siempre de todo lo mejor.
Audi A1 Sportback 1.0 TFSi S Tronic. Menos cilindrada, más tecnología
Claro, pero ese cambio de motor, ese paso hacia atrás, conllevaban muchas ventajas. Por ejemplo traía consigo un menor consumo y sobre todo muy bajas emisiones. Es que el 1.0 TFSI logra compensar una menor cilindrada con una mayor tecnología. Además, Audi logra contener las vibraciones y la sonoridad, de tal forma que sólo nos daremos cuenta del cilindro menos, cuando se acelera con fuerza desde una baja velocidad.
Recuerda que siempre debes tener a la mano Copia de llaves de tu coche. Te evitará muchos inconvenientes.
Nuestro A1 Sportback ha logrado, cada día, convencerme aún más. Aun teniendo tres cilindros, puede presumir de su magnífico tacto. No baja de calidad ni un momento. Sigue teniendo calidad Audi en todos los sentidos. Cosa que no pasa en las versiones de los novedosos Mini de tres cilindros, pues su calidad es de tres cilindros.
Un fuerte corazón.
El corazón 1.0 TFSI tiene muy buen empuje. Su par máximo con un valor de 16,3 mkg sigue constante entre los valores de 1.500 y 3.500 rpm. Estos valores también los ostentaba el anterior 1.2 TFSI de 86 caballos.
El Audi A1 Sportback sometido a prueba, está equipado con el cambio automático S Tronic doble embrague y siete velocidades, lo que sube su precio en comparación con la opción de caja manual de cinco relaciones. Pero es una excelente opción para disfrutar la conducción tanto en la urbe como en la carretera.
Realmente se le logra sacar el potencial al motor. Su comportamiento, como la rapidez en los cambios de marcha, resultan en una placentera conducción. No es un velocista, y eso lo demuestra el tiempo que tarda de pasar de 0 a 100 km/h, unos 11,7 segundos. Pero si responde y logra adelantar de forma segura. Tal como lo haría un vehículo de más potencia.
No baja de estatus
El Audi A1 Sportback 1.0 TFSi S Tronic se recomienda más que el A1 de tres puertas, y con su acabado Adrenaline2 incorpora unos 215/40 R17 en contraposición de los 185/60 R15 de la versión básica del A1. Esta versión representa un coste mayor que la versión Attraction, unos 3.020 euros de más.
La frenada de nuestro Audi A1 Sportback es monumental, recorrió una distancia de 49,2 metros para detenerse dese los 120 Km/h. Esto significa que acepta una buena conducción dinámica.
De forma natural, el A1 utiliza motores de cuatro cilindros, de gasolina, en sus variadas potencias: 125 CV, 150 CV y 192 CV. Sabemos que al pensar en el motor tricilíndrico 1.0 TFSI de 95 CV, pueden retroceder y verlo como el coche inferior de los A1. Pero nuestro Audi A1 Sportback es realmente un coche rendidor y confortable en su conducción. Es que… señores, es un Audi y no deja de serlo. Posee y presume de tecnología, potencia y calidad.