Audi Q8 es la unión magistral y extraordinaria del Q7 y el A7 Sportback. Es un coche sobre el que disfrutaremos las prestaciones, el comportamiento y cada una de las características funcionales. Por ejemplo, además de la gran amplitud que nos ofrece, está sellado con la etiqueta ECO, con la que circula por grandes urbes con su potente V6 diésel y 286 caballos.
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En la segunda parte del reporte, vimos cómo el Q8 es una real ráfaga de vientos renovados. Vimos cómo dio un giro al diseño y la estética de los ya conocidos coches Audi. Ahora iniciemos la marcha con nuestro Audi Q8 50 TDI.
«… el coche solventa rápidamente los adelantamientos, y nos transmite una sensación de mucha ligereza. Es que, su comportamiento nos ha cautivado, y esto lo extendemos también a su capacidad al frenar, la precisión o inmediatez en su dirección (unas 2,2 vueltas en el volante), y hasta en el aplomo, ganándonos con la ausencia de inercias o balanceos.»
Audi Q8 50 TDi Quattro. En marcha
Para iniciar nuestro recorrido, nos acomodamos en los excelentes asientos de nuestro Q8 y arrancamos el motor 3.0 TDI. El que le corresponde a la versión que estamos probando, la 50 TDI. Es un motor bastante especial, porque, además de renovarse el diésel V6, le fue incluido el sistema Mld-Hybrid (MHEV), constituido por circuito eléctrico con 48 voltios con batería ion-litio, y el alternador BAS. Así, en la frenada, logran recuperarse hasta unos 12 kW para almacenarse en su batería.
Esta energía se utiliza en el sistema que logra la etiqueta ECO. Pero, también en el sistema Strat-Stop, apagando el motor durante la frenada y la velocidad esté por debajo de los 22 Km/h. Hasta para circular “a vela” en períodos máximos de 40 segundos, entre una velocidad de 55 y 160 Km/h.
El Consumo
Bueno, esto es en teoría, puesto que en plena acción no logra circular tanto solo por la inercia. Claro, en su disculpa, podemos indicar que su consumo promedio es bastante moderado. El Q8 es un coche 2.220 kilos con una longitud de 5 metros, a los que se le equipa con una potencia de 286 caballos y la tracción Quattro. Y todo esto se logra conformar con un consumo real de 8,7 l/100 Km. Para mayor ventaja, posee un depósito de 85 litros, así que, cuando viajemos en nuestro Q8, no tendremos que visitar tan seguido las estaciones de servicio.
Las prestaciones
En el tema de las prestaciones, realmente no se vuelve problema que el coche probado no llegara a la marca oficial de la aceleración 0-100. Tal vez es demasiado neumático, pero, a decir verdad, vemos bien el tiempo medido de 6,96 segundos. Además, el coche solventa rápidamente los adelantamientos, y nos transmite una sensación de mucha ligereza. Es que, su comportamiento nos ha cautivado, y esto lo extendemos también a su capacidad al frenar, la precisión o inmediatez en su dirección (unas 2,2 vueltas en el volante), y hasta en el aplomo, ganándonos con la ausencia de inercias o balanceos. Sin tener duda alguna, todo esto es un mérito del Q8. Pero, no podemos olvidar, que parte de tan excelente comportamiento, también se debe al que configurase la unidad que probamos. Sí, porque nuestro Q8 estuvo equipado con magníficas opciones: una suspensión neumática, con una distancia al suelo de 25,4 centímetros, dirección en las 4 ruedas, las gomas 285/40 R22 (aunque estas vienen de serie). Todo ayudado por la excelente tracción Quattro, con lo que se prioriza la distribución del par a la parte posterior.