Continuamos con la prueba al Opel Crossland X 1.2 Turbo. Un coche SUV urbano, pero que no se amilana si le toca salir de la ciudad. En la primera parte de este reporte conocimos un poco la historia del coche, vimos que nació de la plataforma EMP2, y que con ella nos ofrece un amplio espacio interno.
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Al seguir, vemos que, para equipar nuestro Crosslan X, de arranque y acceso manos libres, la factura aumenta en 350 euros, y eso lo agradecemos. Así, se le da vida al propulsor 1.2 Turbo de gasolina, un motor usado desde mucho tiempo atrás por el mismo grupo PSA, y que con el actual Crossland X, distribuye una potencia de 130 caballos. Debes saber que existe la versión con una potencia de 110 caballos, con un coste de 3.570 euros por debajo. Pero, solo ofrece un acabado, el “Edition”.
» Posee un sistema de suspensiones realmente muy confortable, pues, logran filtrar perfectamente cada irregularidad que se presenta en el terreno. Y esto sucede hasta con los 215/50 R17 que trae de serie …»
Opel Crossland X 1.2 Turbo Innovation. Agradable mecánica
La mecánica del Crossland X es muy agradable, pero debajo de la 1.600 rpm surge su naturaleza de 3 cilindros por medio de vibraciones ligeras trasmitidas a la parte interna del vehículo. Aunque, realmente no es algo que deba alarmarnos.
Durante la marcha en la ciudad, las prestaciones que proporciona son verdaderamente sobradas, y logra movilizar con soltura, los 1.259 kilos que posee el conjunto. Nos hubiese gustado que su sistema de cambio manual estuviera dotado de mayor precisión, de forma tal que, para utilizarlo continuamente en este escenario, realmente vale la pena hacer la inversión de 1.290 euros y poder gozar del cambio automático con seis marchas. Lo cual, tampoco debe aumentar en exceso el gasto urbano que, no siendo escandaloso, creemos que no debe considerarse como mechero por el promedio medido de 8,2 L/100Km.
Y si debemos abandonar la ciudad, ese propulsor es una excelente garantía. Es que, nuestro Crossland X, llega a correr de sobra. Y lo demuestra su máxima velocidad, que supera los 200 Km/h y el hecho de salir del primer kilómetro a unos 161 Km/h estando parado.
Decidido
Nuestro Crossland X acelera decididamente y con gran facilidad realiza las maniobras del adelantamiento, hasta en su más larga marcha, porque el desarrollo en sexta tiende a ser corto, unos 40,9 Km/h en cada 1000 revoluciones por minuto. Esto significa un régimen a 2.930 revoluciones al viajar a uno 120 Km/h. Claro, esta parte final en su desarrollo, aunado al hecho que tiene 17 centímetros extra de altura comparado con el Corsa, le condiciona el gasto sobre vías rápidas, saltando de los 6,8 a los 8,3 l/100Km cuando llega a pasar de los 120 Km/h a los 140 Km/h.
Posee un sistema de suspensiones realmente muy confortable, pues, logran filtrar perfectamente cada irregularidad que se presenta en el terreno. Y esto sucede hasta con los 215/50 R17 que trae de serie. Aunque, al momento de enfrentar curvas y curvas, realmente no serían la mejor pareja. Caso, donde solo queda agarrarlo con plena calma, ya que no ayuda mucho su dirección artificial.
Los Frenos
En materia de frenos, nuestro Crossland X tiene un perfecto frenado, requiriendo apenas 55,9 metros para lograr pararse desde los 120 Km/h. Y en su equipamiento incluye toda clase de asistencia para la conducción entre las que destaca el Pack Vision por un coste de 750 euros que, entre muchos elementos, incluye los fabulosos faros LED AFL adaptativos. Los cuales ofrecen una iluminación perfecta, convirtiéndose el Crossland X en ser el único coche SUV urbano en brindarnos tal tecnología. Aunque, al llegar nuevos rivales, como el 2008 o el Captur, esto puede cambiar.