Una fórmula valedera e interesante, es la utilizada en el Rover 25, el cual fue reformulado sólo en su diseño exterior y lanzado en su versión Streetwise. Porte que logró su renacimiento y vida durante dos años más.
Este fue el inicio de la fórmula, que impone un diseño exterior llamativo y robusto, sin tener que aportar sistemas tecnológicos off road… por decirlo de algún modo… la fórmula es sólo llamar la atención.
Recuerda siempre tener a la mano un Duplicado de llaves de coche.
Y es dentro de esta onda “llamar la atención”, en la que nuestro protagonista de turno el Skoda Spaceback Scout 1.6 TDI, se torna una gran alternativa. Y no sólo porque posee un gran físico, también ostenta una relación excelente entre habitabilidad, precio y equipamiento.
Pero no nos engañemos, estamos en pleno estrellato de los SUV, con lo cual el conducir se torna en un significado tremendo y mixto, porque con un vehículo SUV podemos tener un todoterreno y también un convencional turismo; aunque sabemos, que la mayoría de veces la tendencia es que se prefiera y se compre un SUV, solamente por su robusta y fuerte imagen.
Skoda Spaceback Scout 1.6 TDI. Imagen fortificada.
Y aquí es donde la firma checa, toma a su favor es tendencia… robustece la imagen del Spaceback como si de un todoterreno se tratara, pero sin llegar a serlo. Es decir, el Spaceback ofrece su versión pack Scout, que lo dota de una imagen fortificada, otorgándole aires de aventura.
Pero entendamos que, sólo es imagen. Pero ¡Qué imagen!.. y es que nuestro protagonista incluye paragolpes con protección llamativa “off road” de color plata, además taloneras, llantas de 17 pulgadas o pasos de rueda protegidos.
Aunque, hasta ahí queda. Porque Skoda no pretende que nuestro protagonista sea todoterreno, no incorpora tracción total, ni sistemas electrónicos que optimicen su desarrollo cuando no está en el asfalto. Es que sólo se trata de que nuestro protagonista impacte y enamore con sólo verlo, y sin duda alguna lo consigue.
Gran habitabilidad.
Nuestro Skoda Spaceback Scout 1.6 TDI, destaca por su excelente habitabilidad. Posee un maletero con capacidad de 415 litros, y una gran comodidad en los puestos traseros.
El protagonista va ganando puntos, ya que hasta podemos ingresar en pistas de tierra con una garantía mayor. Aunque, hay que decirlo, no se entiende que la opción “paquete para carreteras en mal estado”, la cual incluye protección en los frenos, bajos y cables, incluso amortiguadores y muelles a medida, no posee compatibilidad con las llantas del vehículo, las cuales son de 17 pulgadas, sin alguna duda, hubo un mal cálculo.
Potencia y rendimiento.
El Spaceback, está dotado de un gran propulsor, el 1.6 TDI con 115 CV, siendo esa la versión diésel con mayor potencia y en la prueba se ha notado que gasta poco. Está equipado con el sistema de ahorro Start/Stop, no posee mucha sonoridad y sólo se encuentra disponible con el cambio manual de 5 relaciones.
Así, nuestro personaje protagónico, se torna en sinónimo de agilidad, ahorro y confort. Se enmarca y perfila estéticamente con elementos que le infieren personalidad y carácter. Que aunque no aporta sistemas tecnológicos, su imagen sirve para para elevarse por encima de los rivales de su género
En definitiva, el Skoda Spaceback Scout 1.6 TDI, se hace notar y marca la pauta de que la “imagen tiene más valor que un millón de palabras”.