El Mazda CX-30 es uno de los coches SUV compactos que mayor dinamismo presenta. Realmente, podemos decir que es de lo que está mejor hecho. Es verdad que, puede llegar a decepcionarnos los 180 CV de potencia que posee, pues, cuando revisamos las prestaciones no aparenta tal magnitud. Pero, CX-30 viene con un motor completamente revolucionario, que ostenta un soberbio refinamiento y un gasto bastante atractivo.
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» El equipo de ingenieros de la casa Mazda, consiguieron la forma de conjugar un encendido por bujía del motor a gasolina, junto con la combustión por compresión que realiza solo los diésel. «
Mazda CX-30 SKYACTIV-X Zenith. Gran expectación
En los años más recientes, ha sido pocas las oportunidades en las que un propulsor haya levantado una enorme expectación, igual a la que viene con el protagonista de nuestra prueba. Es tanta que prácticamente está dejando en un plano de fondo al coche tan completo como nuestro CX-30. La nueva columna entre el modelo CX-5 y el CX-3, y donde recaerán las más actuales ventas de coches SUV de Mazda dentro de Europa.
La verdad es que, el motor Skyactiv-X ha puesto como aviso de no ir más, tal como lo llegara a hacer el motor rotativo Wankel. Pero, no es criticable, pues, es realmente complicado conjugar lo superior de cada mundo en el mismo propulsor. Explicando mejor, resulta difícil que un propulsor funcione dependiendo de lo que deseamos, unas veces a diésel y otras veces a gasolina.
Aunque ya hemos tenido el placer de marchar con el genuino propulsor Skyactiv-X durante su esperada presentación, algunos meses atrás, hoy pudimos probarlo verdaderamente a fondo. Claro, con el aval de las cifras de nuestra central técnica. Realmente, el resultado es muy parecido, pues, comprobamos que es una mecánica demasiado agradable, muy refinada y con atractivo consumo. Aunque el rendimiento no resulta tan brillante.
Pero… ¿Cómo funciona realmente?
Primero debemos repasar el funcionamiento. El equipo de ingenieros de la casa Mazda, consiguieron la forma de conjugar un encendido por bujía del motor a gasolina, junto con la combustión por compresión que realiza solo los diésel.
Un motor bipolar
La primera fase, a gasolina, se ejecuta al necesitar prestaciones. Y la segunda fase necesita una cantidad escasa de gasolina para luego comprimirse, pero, no llega a explotar debido a un sistema de sensores a presión. Un instante después, volverá a hacer una diminuta inyección cerca de dicha bujía, con el fin de producir la combustión. Resulta algo fácil en la explicación, pero, su desarrollo es bastante complicado.
¿Y el rendimiento?
Ha llegado el momento para analizar el coche, un modelo SUV qu verdaderamente engancha, tanto por loa agradable que resulta su tacto en general, como por su calidad, equipamiento y dinámica. Cuando miramos el rendimiento y el consumo, se logra evidenciar que nos gustan unas cosas y otras no.
Al ponernos frente al volante nos cuesta bastante creer que este coche presente una potencia de 180 caballos. Como es progresivo y muy agradable puede engañarnos. Así que, preferimos someternos a la información y números más oficial: nuestro correvit usado en las pruebas.
Con asombro notamos que los datos emanados de la prueba parecen más de un propulsor de 140 caballos que uno con potencia de 180 CV. Y si estábamos pensando que con la potencia de 180 caballos tendríamos en nuestra manos un rendimiento cual GTI, pues, nos equivocamos.
Acelera notablemente y corre bastante bien, pero posee una debilidad fatal: las recuperaciones. Es que el par motor bastante modesto, el no poseer turbocompresor y lo largo de su cambio llevan la eficacia a un régimen bajo.